01. Obra finalizada
En este proyecto nos encontramos con el reto de convertir una vivienda anticuada y oscura en un lugar moderno y luminoso.
Para ello se decidió realizar una reforma integral, donde el cambio de la ubicación de la cocina, fue la pieza clave de la reforma.
Para la cocina optamos por una nueva distribución, haciendo unos pequeños cambios en la ubicación y abriéndola al comedor para darle más amplitud, dejando atrás una cocina alargada y sin vida por una amplia con mucha zona de almacenaje y con zonas bien diferenciadas.













02. Fase de obra
Creamos un tabique bajo que separara la zona de barra para desayuno y zonas de agua de la cocina, de la parte del comedor, donde surge un banco y mesa a medida. Un espacio diáfano, ideal para comer en familia.
Para el mobiliario escogimos tonos blancos combinados con madera, para aportarle amplitud, luminosidad y calidez al lugar.
La sencillez y equilibro lo aportamos con las líneas rectas bien definidas del propio diseño.
03. Fase de Proyecto
En cuanto al baño, se decidió tapiar la ventana ya que, no nos aportaba ni luz, ni ventilación, optando por una buena ventilación forzada y así poder aprovechar y crear en su lugar, una gran hornacina con iluminación indirecta, que tanto nos gustan. De esa manera aprovechamos el espacio para almacenamiento de jabones y poder dar un toque decorativo.
Se eligieron unas baldosas en tonos neutros para aprovechar el reflejo de la luz y no perder la luminosidad y una cerámica decorativa que nos aporta un toque de color, siendo la gran protagonista de la estancia.
Para el dormitorio buscamos un estilo joven. El mobiliario se eligió en líneas sencillas y atemporales y en cuanto a la decoración optamos por el blanco y tonos piedra con un toque en azul celadon (de la carta Valentine) para darle un aire desenfadado.